10 SECRETOS PARA VIVIR MEJOR

1 LA ACTITUD:
La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.
Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias.
Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará contigo...
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos...
Aunque cuando uno está verdaderamente enamorado "hay razones del corazón que la razón desconoce y se niega a aceptar".

2 EL CUERPO:
Mis sentimientos son influenciados por mi postura.
“Nada como una sonrisa…”
Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien.
Mira siempre hacia arriba y sólo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

3 EL MOMENTO:
La felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días.
Sólo se la puede encontrar en cada momento.
"Hoy es el mañana del ayer…”
Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.
Recuerda que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto.
Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado, tu presente y tu futuro.

4 NUESTRA PROPIA IMAGEN:
Debo aprender a amarme a mí mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados.
Sólo al querernos podemos abrir el corazón a que nos quieran.
Cuanto más te conozcas, en mayor medida podrás darte a los demás.
Dag Hammarshöld decía: "El camino más difícil es el camino al interior"... y, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.

5 LAS METAS:
Sabes cual es la diferencia entre un sueño y una meta?
Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad.
Un sueño es solo un sueño, algo que está fuera de la realidad... así que atrévete a soñar, pero atrévete también a esforzarte por lograr que esos sueños se hagan realidad!!!
"Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, irás a parar a las estrellas..."
Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es sólo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.

6 EL HUMOR:
La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima.
Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal de que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva.
Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz... Además, con cada sonrisa que le das a alguien o a ti mismo siembras una semilla de esperanza.

7 LAS RELACIONES:
La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas...
Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia, basada en la comunicación y empatía se manifiestan naturalmente. Trata de entender a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son sin intentar cambiarlos, porque cuando te sientas mal, sin importar como sean, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor.
Así que cultiva tus amistades, pues ellas nos son gratis! La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural, debe alimentarse a través de detalles.
Por ello la verdadera amistad no puede basarse en condiciones, intereses ni requisitos.

8 EL PERDÓN:
Mientras mantengas odios y resentimientos en tu corazón, será imposible ser feliz.
Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento para el alma.
La vida es muy bella como para mantener sentimientos negativos en nuestro camino...

9 DAR:
Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar sin esperar nada a cambio.
Las leyes de la energía y la justicia te devolverán con creces lo que des.
Si das odio, recibirás odio tarde o temprano, pero si das amor, recibirás multiplicado ese amor. Quien ama de verdad da todo de sí por hacer feliz a su amado. Sólo el que aprende a dar desinteresadamente, está en camino de descubrir la verdadera felicidad.

10 FE:
La Fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, preocupaciones, ansiedad y miedos.
Ten fe, esperanza y optimismo en ti mismo y en todos los proyectos que quieras emprender!!!
Pero no te asustes cuando dudes, simplemente desea las cosas de todo corazón y lleno de fe porque
“Querer es poder”.
Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reírse de sí mismo. Así que ríe, ríe alegremente...
¡Y el mundo reirá contigo!

QUÉ IMPORTA

¿¿Cuántos años tengo??
¡Qué importa eso!

¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso...
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido...

Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo (a), y otras “que estoy en el apogeo".
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso,para hacer lo que quiero,para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir:
¡Estás muy joven, no lo lograrás!
¡Estás muy viejo (a), ya no podrás!

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos, las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada… y otras... es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o mas,

Pues lo que importa:
¡Es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuántos años tengo?

¡Eso a quién le importa!Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento!!.

Qué importa cuántos años, ¿¿cuántos tengo, o cuántos espero…??
Si con los años que tengo.. ¡¡Aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno!!

ANIMARSE A VOLAR

...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

-Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.
-Ven – dijo el padre.
Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.
-Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...
El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?
-Aunque te caigas no morirás, sólo algunos golpes que te harán más fuerte para el siguiente intento – contestó el padre.
El hijo volvió al pueblo y comentó lo sucedido a todos sus amigos, conocidos, familiares, etc ...
Los más pequeños de mente dijeron:
-¿Estás loco?
-¿Para qué?
-Tu padre está delirando...
-¿Qué vas a buscar volando?
-¿Por qué no te dejas de pavadas?
-Y además, ¿quién necesita volar?
Los más lúcidos también sentían miedo:
-¿Será cierto?
-¿No será peligroso?
-¿Por qué no empiezas despacio?
-En todo casa, prueba tirarte desde una escalera..., O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?
El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.
Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...
Desplegó sus alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra...
Con un gran chichón en la frent e se cruzó con su padre:
-¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno... – lloriqueó.
-Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.
Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.
Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno no quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.

LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD

  1. Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.
  2. Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.
  3. Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.
  4. Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.
  5. Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.
  6. Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.
  7. En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.
  8. Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.
  9. Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.
  10. Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.

QUIERO, QUIERO

Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mi, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy y siempre puedes contar conmigo incodicionalmente.

CÓMO CRECER?

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".


hora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate. No hay posibilidad de que seas otra persona. Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor o puedes marchitarte en tu propia disconformidad...